“Si no se toman las medidas pertinentes, volveremos a los mismos niveles de contaminación que antes”
La defensora y divulgadora del movimiento Zero Waste asegura que los plásticos que envuelven los alimentos, crean falsas esperanzas de seguridad frente al COVID-19
Alba García nació en Granada, donde estudió Biología para especializarse, posteriormente, en Gestión Marina en la Universidad de Dalhousie (Nueva Escocia, Canadá). Actualmente, es la Responsable de la Campaña de Plásticos en Greenpeace y se encarga de denunciar, a través de sus artículos, el excesivo uso del plástico por parte, sobre todo, de los supermercados.
Pregunta: ¿De qué forma ha afectado el Covid-19 al medioambiente?
Respuesta: Se están consumiendo muchos más productos, sobre todo desechables que al final sí que aumentan la generación de residuos. Para intentar rebajar esos números, se debería incentivar la alimentación local o las tiendas de barrio y no los supermercados dónde la mayoría de los productos están mucho más envasados. Por la situación que estamos viviendo existe un mayor número de residuos, como pueden ser guantes y mascarillas que en muchos casos tienen que ser desechables.
P: Durante el COVID-19 los niveles de contaminación han bajado considerablemente. ¿Cree usted que esto servirá para concienciar a la población?
R: Si no se toman las medidas pertinentes, volveremos a los mismos niveles de contaminación que antes. Al fin y al cabo, esto ha sido algo impuesto temporalmente. Ha tenido consecuencias positivas, como por ejemplo una mayor calidad del aire o menos contaminación. No obstante, cuando terminemos el confinamiento dependerá de las personas establecer esas políticas en las ciudades; alcalde, alcaldesa, gobierno central, etc. Estamos en un momento perfecto para pensar y replantearnos qué ciudades queremos ver tras el confinamiento.
P: Hablando sobre qué ciudades queremos ver limpias, ¿qué medida sugeriría para que las propias ciudades puedan mejorar y prosperar?
R: Depende de cada ciudad. Por ejemplo, en aspectos de movilidad, desde Greenpeace estamos intentando pedir que se quite espacio al coche privado y se ofrezca más espacio a transporte público o incluso peatonalizar calles. Por otra parte, también defendemos tener un sistema de reutilización que permita disminuir la gestión de residuos. Esto ayudaría a ver una ciudad más limpia y menos contaminada, porque con la contaminación que generamos el sistema actual no es capaz de absorber. Son muchas medidas las que componen una ciudad como un ente complejo. Se necesitan reforzar todos esos puntos para que al final podamos vivir de una forma mucho más sana.
P: ¿Hay alternativas fiables para sustituir el material sanitario que contiene plástico?
R: Desde Greenpeace siempre hemos intentado marcar una diferencia bastante clara entre plásticos de consumo y plásticos hospitalarios. El material sanitario hecho de plástico nos puede proporcionar grandes avances. Sin embargo, debemos limitar el uso donde podría haber otra alternativa. En el caso de guantes y mascarilla, al no tener un sistema de reutilización potente, tienen que ser desechables. Sabemos que estaban intentando llevar a cabo proyectos para que las mascarillas puedan ser reutilizadas, sometiéndolas a un proceso de desinfección concreto que permita volver a utilizarlas. Por lo tanto, ya no es tanto una cuestión de qué material habría que sustituir, sino qué podemos hacer para no generar esos residuos, y sobre todo fomentar esa reutilización que desde nuestro punto de vista sería lo más necesario.
“El plástico nos da falsas sensaciones de seguridad”
P: Por cuestión de seguridad, en los mercados han puesto embalajes de plástico a elementos que antes no tenían. ¿Cómo se puede gestionar esta medida?
R: Según un estudio científico publicado recientemente sobre el COVID-19, el plástico mantiene el virus entre los 2 y 3 días. Por ejemplo, si nosotros vamos a un supermercado y queremos comprar unos tomates, existe el riesgo de que alguien haya tocado ese plástico o que en la cadena de distribución hubiera algún tipo de contacto con una persona infectada. No obstante, si tomamos conciencia, con nuestras propias bolsas y las manos debidamente desinfectadas no hace falta que los tomates estén envueltos. Por ello, desde nuestro punto de vista, el problema no es que el producto esté envasado, sino que se promocionen las medidas de seguridad incorrectas. En este caso, el plástico en los alimentos no añade esa capa de seguridad.
P: Entonces, ¿cuál es el núcleo del exceso de envases de plástico?
R: Que vaya todo envasado son decisiones que se toman desde las empresas, es decir, los supermercados son los que apuestan por vender a granel o vender los productos envasados. Es verdad que, en una crisis como esta, el plástico nos da falsas sensaciones de seguridad, porque parece que crea una barrera más, pero en realidad hay que desinfectarlo igualmente. De la misma forma, hay que desinfectar los tomates que se compren de una frutería, porque éstos pueden haber estado expuestos al plástico de la misma forma. Desde Greenpeace, por la situación que existe actualmente en el campo, hemos intentado fomentar que no se pierda el comercio local. Además, el comercio local disminuye la creación de residuos al encontrarse menos envasado en comparación con los grandes supermercados.
P: ¿Cómo ha afectado el COVID-19 a las diferentes iniciativas que tenía en proceso Greenpeace?
R: Desde que el Gobierno decretó el Estado de Alarma por el COVID-19, en nuestra organización se aprobó el teletrabajo como alternativa a esta situación y
hasta el día de hoy continuamos trabajando de la misma manera. En cuanto a las iniciativas que teníamos preparadas en actos públicos y se han visto afectadas por el confinamiento, hemos intentado adaptarlo de la mejor manera posible. Por ejemplo, el 24 de abril teníamos programada una manifestación climática que no se llevó a cabo de forma presencial en las calles, pero sí se adaptó para que se pudiera realizar online.
P: ¿Qué iniciativas tienen preparadas para retomar la lucha por el medioambiente a la hora de regresar a la normalidad?
R: Vamos a seguir adelante con las mismas que teníamos pensadas antes de que ocurriera toda esta situación actual. Por ejemplo, hemos creado una herramienta gratis para que la gente pueda formular sus propuestas. Nosotros hemos empezado a contactar con los ayuntamientos y los concejales de urbanismo de muchas ciudades para mejorar las calles y reducir la congestión del tráfico. Esta es una de las muchas iniciativas que tenemos pensadas para la vuelta a la normalidad, aunque ahora mismo no puedo desvelar más.